Las librerías del futuro

Maria Rivas
2 min readNov 23, 2020

--

No puedo evitar pensar en los Supersónicos cuando pienso en algo como esto — absurdo, pues hace años que pasamos el momento en el que Hanna Barbera imaginaba que volaríamos a la escuela. Sin embargo, hay algo de esa serie que se está haciendo cada vez más cotidiano, y más a partir de la pandemia del Covid-19: las entregas remotas o a domicilio. Con la situación que estamos viviendo, ha sido inevitable tomar distancia de todo, incluidas las librerías. La gente ha destinado más tiempo que antes a leer, pero sin la experiencia de ir, ver los libros y tomar el tiempo necesario para elegir el indicado. Esta, creo yo, es una de las cosas de la pandemia que vinieron para quedarse.

La librería del futuro es electrónica, de eso hay poca duda. Pero, ¿no estaríamos equivocándonos al pensar que la compra de libros en línea sustituirá a la compra en persona, igual que cunando pensamos en algún momento que los libros electrónicos iban a acabar con el mercado del libro impreso? Igual que la lectura en papel tiene cualidades que nunca podrá suplir la tecnología, la experiencia de ir a una librería — entrar, ver los libreros inmensos con libros de piso a techo; tomar un libro, abrirlo, olerlo, inspeccionarlo, luego otro y otro — es irremplazable, al menos para algunas personas. Quien leyó con nostalgia la descripción anterior, sabrá que la emoción de comprar un libro por internet y la de comprarlo en persona no tienen comparación.

Esa es la clave: son dos experiencias distintas. Durante este tiempo de distanciamiento, nos hemos visto obligados a hacer todo tipo de compras a distancia. Pero quienes conocemos esa emoción que brindan las librerías estuvimos, por meses, más que ansiosos por regresar a ellas. Mi aprendizaje ha sido que, de ahora en adelante, compraré en línea los libros que necesito: los que tengo que comprar para clases, etc., porque claro que es mucho más fácil y rápido ingresar una título en un buscador que irlo a buscar. Pero si quiero un libro para mí, para disfrutar en mi tiempo, que es una experiencia mucho más íntima, lo iré a buscar en una librería. Esa ilusión no se puede tener en línea.

--

--